Se habla de paz y progreso y están las cárceles llenas, de los que purgan las penas de un calumnioso proceso.
El que no se encuentra preso por ser un hombre de civismo, come el pan del ostracismo o se encuentra, en esta hora, por burda mano traidora sepultado en un abismo.
El despotismo incurable te tiene ¡oh pueblo!, atrofiado, porque al caer un malvado surge otro más detestable. Esto es atroz, execrable, para todo un pueblo entero, que, si no ha sido guerrero, en momentos decisivos tiene sus gestos altivos de heroísmo verdadero.
Pavor me causa mirar, tanto vejamen sin nombre, sin que exista un solo hombre que escribir pueda o hablar: Todos con miedo a temblar se ponen como azogados, mientras están los malvados gozando de su botín, como en báquico festín de los déspotas odiados.
El método inquisidor de la inhumana tortura se aplica en mazmorra obscura, y siempre por el terror se impone el flagelador con su látigo inclemente, y hacen que baje la frente los que alegan su derecho. ¡Y que presentan su pecho con gesto altivo y valiente!
Aquí se emplea la ley para apoyar al bandido, que es un jayán bien vestido y que gasta humos de rey; él solo atiende a su grey y desprecia al mundo entero.... ¡Mientras al humilde obrero que es de la Nación arteria lo atormenta la miseria y muere cual pordiosero!
Estigma es de la Nación estar llena de serviles tan miserables y viles que viven de la traición; éstos no tienen perdón y su proceder ensaña porque con audacia y maña se han impuesto y han robado y al pueblo incauto engañado con su nefanda campaña.
Ya no es justo soportar tanto dolo y villanía, ya bazofia a esa jauría el pueblo no quiere dar. ¡Por fin se ha de levantar con esfuerzos sobrehumanos.... y ya no habrá más tiranos ni quien le haga sufrir mengua porque al cortarles la lengua sabrá amputarles las manos!!
Autor: Humberto Porta Mencos
Guatemalteco nacido en Chiquimula
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